La fuerza de los jóvenes; la experiencia de los viejos.

La fuerza de los jóvenes; la experiencia de los viejos.
La energía de nosotros, la juventud; la sabiduría complementada con prudencia de los viejos.
Juventud, hay que aprender que necesitamos de ellos, los viejos que alguna vez fueron como nosotros y que ahora toda su energía y pasión juvenil se ha tornado en inteligencia, una inteligencia sin límites. Viejos, no les pido que nos entiendan, sino que recuerden la energía y el descontrol en todos los sentidos.
Jóvenes, dejemos de hablar de estupideces que la moda y el quejarnos de la política y el gobierno actual no nos llevaran a nada. Mas bien, tomemos esa sabiduría de nuestros viejos.
Viejos, recuerden que sus tiempos no eran mejores. Lo mejor es el presente, no necesariamente este presente pues el futuro será presente también. Vivan su vejez con ánimo, que la vejez es una experiencia acumulada.
Finalmente, juventud, tomemos acciones, dejemos de ser tercos y dejemos de quejarnos de los viejos que bien saben lo que dicen, retengamos lo positivo aunque al inicio no nos agrade, pues ellos han vivido, nosotros no. Pero siempre, siempre, nuestra fuerza como jóvenes debe estar dentro de nosotros porque solo nosotros seremos el presente y solamente nosotros haremos esas hazañas y ese cambio que tanto anhelamos.
 
Por Alberto Razo.
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